Qero by Bice

Creando una nueva cultura de inversión para que más personas logren sus metas

Creando una nueva cultura de inversión para que más personas logren sus metas

Contexto

Contexto

La idea de Qero nació cuando BICE, desde su área de ventures, detectó que mucha gente deseaba invertir pero encontraba barreras de entrada y un lenguaje poco accesible. Buscaban un concepto nuevo, fresco y respaldado en su experiencia financiera, capaz de acercar la inversión a un público más amplio. Así surgió un producto que combina la solidez de la banca tradicional con una experiencia amigable y llena de confianza.

La idea de Qero nació cuando BICE, desde su área de ventures, detectó que mucha gente deseaba invertir pero encontraba barreras de entrada y un lenguaje poco accesible. Buscaban un concepto nuevo, fresco y respaldado en su experiencia financiera, capaz de acercar la inversión a un público más amplio. Así surgió un producto que combina la solidez de la banca tradicional con una experiencia amigable y llena de confianza.

La idea de Qero nació cuando BICE, desde su área de ventures, detectó que mucha gente deseaba invertir pero encontraba barreras de entrada y un lenguaje poco accesible. Buscaban un concepto nuevo, fresco y respaldado en su experiencia financiera, capaz de acercar la inversión a un público más amplio. Así surgió un producto que combina la solidez de la banca tradicional con una experiencia amigable y llena de confianza.

El cliente, el área de ventures de BICE, quiso crear una propuesta que fuera algo más que un servicio de ahorro. Buscaba acercar la inversión a segmentos amplios, incluso a quienes no están familiarizados con el mundo financiero. Este encargo implicaba diseñar una marca que transmitiera confianza, proximidad y, al mismo tiempo, se apoyara en el bagaje de una institución sólida. El público objetivo tenía que sentir que la interfaz y los procesos de Qero eran simples y amigables, con alta usabilidad y un lenguaje libre de tecnicismos. Se exigió además una narrativa que hablara de metas reales y concretas, por encima de promesas vacías sobre rendimientos confusos.

El cliente, el área de ventures de BICE, quiso crear una propuesta que fuera algo más que un servicio de ahorro. Buscaba acercar la inversión a segmentos amplios, incluso a quienes no están familiarizados con el mundo financiero. Este encargo implicaba diseñar una marca que transmitiera confianza, proximidad y, al mismo tiempo, se apoyara en el bagaje de una institución sólida. El público objetivo tenía que sentir que la interfaz y los procesos de Qero eran simples y amigables, con alta usabilidad y un lenguaje libre de tecnicismos. Se exigió además una narrativa que hablara de metas reales y concretas, por encima de promesas vacías sobre rendimientos confusos.

El cliente, el área de ventures de BICE, quiso crear una propuesta que fuera algo más que un servicio de ahorro. Buscaba acercar la inversión a segmentos amplios, incluso a quienes no están familiarizados con el mundo financiero. Este encargo implicaba diseñar una marca que transmitiera confianza, proximidad y, al mismo tiempo, se apoyara en el bagaje de una institución sólida. El público objetivo tenía que sentir que la interfaz y los procesos de Qero eran simples y amigables, con alta usabilidad y un lenguaje libre de tecnicismos. Se exigió además una narrativa que hablara de metas reales y concretas, por encima de promesas vacías sobre rendimientos confusos.

Brief

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Irrumpe

En la metodología Irrumpe, se exploraron varias fases destinadas a comprender la cultura de la marca y el contexto de los futuros usuarios. La primera etapa se centró en definir la personalidad del proyecto. El equipo coincidió en que Qero debía inspirar a la gente a sentirse ganadora, a confiar en sus objetivos y ver la inversión como algo alcanzable. Desde este punto, se forjó la idea de que la plataforma debía parecer una asistente eficiente y cordial, alejada de la imagen corporativa acartonada. El propósito era transmitir el mensaje: “invertir es tan sencillo como dedicar unos minutos a crear metas y dejar que el sistema trabaje por ti”.

Tras la definición del core de posicionamiento, pasamos a la fase de auditoría, en la que evaluamos cómo competidores locales e internacionales presentaban sus propuestas financieras. Observamos que muchas marcas apostaban por diseños fríos y lenguaje complicado, alejando a los usuarios del tema. Qero eligió caminar en sentido opuesto: un sistema transparente, con tipografías cuidadas y una estética que luciera profesional pero desenfadada. Se quiso eliminar la distancia habitual entre servicios de inversión y las personas, por lo que se decidió integrar fotografías y gráficos que evocaran la cercanía con la vida diaria.

La segunda parte del trabajo involucró nombrar la marca. Se realizó un benchmark con encuestas online, donde testeamos varios posibles nombres. Qero obtuvo buena resonancia al combinar un sonido breve, fácil de escribir y un fondo conceptual (derivado de “quiero” o “dinero”), que la gente vinculó a la prosperidad y a la energía positiva. El sondeo reveló que inspiraba más confianza que otras propuestas más abstractas o directamente asociadas al dinero. Además, la palabra es capaz de incorporar múltiples significados nuevos a futuro, justo lo que se requería para la identidad de una marca en formación.

La tercera etapa se enfocó en traducir la personalidad de Qero a un universo visual reconocible. El equipo planteó un look & feel que jugara con una paleta de verdes y salmón para subrayar frescura y cercanía. Se optó por un layout editorial donde el texto y los llamados a la acción tuvieran el protagonismo, reflejando la idea de un onboarding fluido. El estilo se definió como transparente, es decir, con pocas capas de ornamento y priorizando la claridad. Los iconos e ilustraciones son sutiles y didácticos, reforzando el mensaje de que las finanzas pueden entenderse sin necesidad de una jerga confusa.

En la metodología Irrumpe, se exploraron varias fases destinadas a comprender la cultura de la marca y el contexto de los futuros usuarios. La primera etapa se centró en definir la personalidad del proyecto. El equipo coincidió en que Qero debía inspirar a la gente a sentirse ganadora, a confiar en sus objetivos y ver la inversión como algo alcanzable. Desde este punto, se forjó la idea de que la plataforma debía parecer una asistente eficiente y cordial, alejada de la imagen corporativa acartonada. El propósito era transmitir el mensaje: “invertir es tan sencillo como dedicar unos minutos a crear metas y dejar que el sistema trabaje por ti”.

Tras la definición del core de posicionamiento, pasamos a la fase de auditoría, en la que evaluamos cómo competidores locales e internacionales presentaban sus propuestas financieras. Observamos que muchas marcas apostaban por diseños fríos y lenguaje complicado, alejando a los usuarios del tema. Qero eligió caminar en sentido opuesto: un sistema transparente, con tipografías cuidadas y una estética que luciera profesional pero desenfadada. Se quiso eliminar la distancia habitual entre servicios de inversión y las personas, por lo que se decidió integrar fotografías y gráficos que evocaran la cercanía con la vida diaria.

La segunda parte del trabajo involucró nombrar la marca. Se realizó un benchmark con encuestas online, donde testeamos varios posibles nombres. Qero obtuvo buena resonancia al combinar un sonido breve, fácil de escribir y un fondo conceptual (derivado de “quiero” o “dinero”), que la gente vinculó a la prosperidad y a la energía positiva. El sondeo reveló que inspiraba más confianza que otras propuestas más abstractas o directamente asociadas al dinero. Además, la palabra es capaz de incorporar múltiples significados nuevos a futuro, justo lo que se requería para la identidad de una marca en formación.

La tercera etapa se enfocó en traducir la personalidad de Qero a un universo visual reconocible. El equipo planteó un look & feel que jugara con una paleta de verdes y salmón para subrayar frescura y cercanía. Se optó por un layout editorial donde el texto y los llamados a la acción tuvieran el protagonismo, reflejando la idea de un onboarding fluido. El estilo se definió como transparente, es decir, con pocas capas de ornamento y priorizando la claridad. Los iconos e ilustraciones son sutiles y didácticos, reforzando el mensaje de que las finanzas pueden entenderse sin necesidad de una jerga confusa.

En la metodología Irrumpe, se exploraron varias fases destinadas a comprender la cultura de la marca y el contexto de los futuros usuarios. La primera etapa se centró en definir la personalidad del proyecto. El equipo coincidió en que Qero debía inspirar a la gente a sentirse ganadora, a confiar en sus objetivos y ver la inversión como algo alcanzable. Desde este punto, se forjó la idea de que la plataforma debía parecer una asistente eficiente y cordial, alejada de la imagen corporativa acartonada. El propósito era transmitir el mensaje: “invertir es tan sencillo como dedicar unos minutos a crear metas y dejar que el sistema trabaje por ti”.

Tras la definición del core de posicionamiento, pasamos a la fase de auditoría, en la que evaluamos cómo competidores locales e internacionales presentaban sus propuestas financieras. Observamos que muchas marcas apostaban por diseños fríos y lenguaje complicado, alejando a los usuarios del tema. Qero eligió caminar en sentido opuesto: un sistema transparente, con tipografías cuidadas y una estética que luciera profesional pero desenfadada. Se quiso eliminar la distancia habitual entre servicios de inversión y las personas, por lo que se decidió integrar fotografías y gráficos que evocaran la cercanía con la vida diaria.

La segunda parte del trabajo involucró nombrar la marca. Se realizó un benchmark con encuestas online, donde testeamos varios posibles nombres. Qero obtuvo buena resonancia al combinar un sonido breve, fácil de escribir y un fondo conceptual (derivado de “quiero” o “dinero”), que la gente vinculó a la prosperidad y a la energía positiva. El sondeo reveló que inspiraba más confianza que otras propuestas más abstractas o directamente asociadas al dinero. Además, la palabra es capaz de incorporar múltiples significados nuevos a futuro, justo lo que se requería para la identidad de una marca en formación.

La tercera etapa se enfocó en traducir la personalidad de Qero a un universo visual reconocible. El equipo planteó un look & feel que jugara con una paleta de verdes y salmón para subrayar frescura y cercanía. Se optó por un layout editorial donde el texto y los llamados a la acción tuvieran el protagonismo, reflejando la idea de un onboarding fluido. El estilo se definió como transparente, es decir, con pocas capas de ornamento y priorizando la claridad. Los iconos e ilustraciones son sutiles y didácticos, reforzando el mensaje de que las finanzas pueden entenderse sin necesidad de una jerga confusa.

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