Tengo que confesarles algo vergonzoso: durante años viví convencido de que la felicidad venía en formato de torta de chocolate o en esos brownies con helado que te sirven tibios en los restaurantes pelolaise. La dopamina instantánea, ese subidón de azúcar que te hace sentir invencible por exactamente 37 minutos antes de mandarte directo al infierno del bajón glucémico.

Mi vida, no se concebía sin un detallito dulce después de almuerzo, o también a media mañana, media tarde, y ojalá también en la noche. 

Resulta que el mundo microbiano, tiene algo distinto que decir sobre dónde encontrar la felicidad real, esa que tanto me obsesiona.

Una teleserie hormonal

Volviendo a nuestro odio por el cortisol, ¿se acuerdan? Este eje HPA (hipotalámico-pituitario-adrenal), es un sistema elegante de comunicación hormonal que se desregula por estrés crónico. 

(Vamos a darle bien duro en todo este capítulo al cortisol)

Tus glándulas suprarrenales no se "cansan" como dicen los chantitas de Instagram. Estas pueden producir hormonas casi ilimitadamente. Lo que se jode es la sensibilidad del sistema de retroalimentación.

Cada vez que comemos un antojito, en particular uno dulce, o comida chatarra, provocas un peak violento de glucosa que activa un ciclo vicioso de seis pasos: 


  1. Estrés cotidiano eleva cortisol.

  2. Cortisol aumenta los antojos de azúcar.

  3. Comes la golosina y experimentas alivio temporal

  4. Glucosa sube y cae brutalmente (hipoglucemia reactiva). 

  5. La caída es un nuevo estresor que libera más cortisol.

  6. Vuelta al paso 1 con más ansiedad.


El azúcar refinado desregula completamente tu producción de cortisol, mientras alimentos tan económicos como algunas plantas, estabilizan estos niveles. 

La diferencia es brutal: una insípida torta te puede desregular totalmente hormonalmente, mientras una ensalada bien pensada abrirá un portal a otra dimensión.

Te cuento por qué.

Tu intestino: la verdadera fábrica de la felicidad

Entre el 90-95% de tu serotonina —la molécula de la felicidad— no se produce en tu cerebro sino en tu intestino. Las células enterocromafines de la guatita son las verdaderas arquitectas de tu estado de ánimo.

Intensamente, es genial por cómo aborda nuestra salud mental, pero si metiéramos al mundo bacteriano, eso da para otra construir otra propiedad intelectual en sí misma.

Nuestro intestino alberga cien billones de microorganismos que conforman tu microbiota. Esta comunidad bacteriana regula tu salud mental a través del eje intestino-cerebro, una autopista bidireccional entre tu guata y tu sesera. Las bacterias fermentan la fibra produciendo ácidos grasos de cadena corta (AGCC) como el butirato, que literalmente le dicen a tu intestino que produzca serotonina.

Los dulces procesados son una bomba nuclear para este ecosistema. El azúcar refinado:.

  • Mata de hambre a bacterias beneficiosas como Akkermansia muciniphila (mantiene tu barrera intestinal sana).

  • Promueve bacterias pro inflamatorias.

  • Los emulsionantes (polisorbato 80, carboximetilcelulosa) dañan la capa de moco protectora, creando "intestino permeable".

  • Permite que lipopolisacáridos (LPS) se filtren a tu sangre, generando inflamación sistémica.

Las ensaladas ricas en fibra hacen exactamente lo opuesto: alimentan bacterias productoras de butirato, fortalecen tu barrera intestinal y crean un ambiente antiinflamatorio. Stanford demostró que los alimentos fermentados tienen un impacto más significativo en la salud del microbioma que las dietas altas solo en fibra.

La conexión secreta: electrolitos, aldosterona y felicidad

Tus suprarrenales no solo producen cortisol; también secretan aldosterona, hormona que regula el balance sodio/potasio. El estrés crónico suprime la aldosterona, causando pérdida de sodio y retención de potasio. Resultado: mareos, fatiga, niebla mental y esos antojos locos de sal.

El consumo de golosinas empeora este desequilibrio. La insulina disparada altera tus electrolitos, especialmente el potasio, afectando la función adrenal y generando más fatiga e irritabilidad.

Las verduras de hoja verde son bombas de magnesio –el "mineral de la relajación"– crucial para más de 300 reacciones bioquímicas. Una ensalada bien armada te entrega.

  • Magnesio: Regula el cortisol y calma el sistema nervioso.

  • Vitaminas B5 y B6: Esenciales para función adrenal.

  • Vitamina C: Las suprarrenales tienen las concentraciones más altas del cuerpo.

  • Zinc: Fundamental para la retroalimentación negativa del eje HPA.

  • Potasio: Balancea sodio y apoya la aldosterona.

¿Te ha pasado esa pena weona, esa melancolía random de domingo? Tu cuerpo está gritando por nutrientes específicos. Cada síntoma emocional puede ser una deficiencia disfrazada.

  • Irritabilidad constante = falta de magnesio

  • Fatiga mental = déficit de omega-3.

  • Ansiedad social = microbioma pidiendo auxilio

  • Tristeza sin razón = deficiencia de triptófano

Las plantas que hackearán tu química cerebral

No quiero caer en la trampa de ofrecerles alimentos milagrosos, o hablar de superalimentos. 

Cualquier alimento que cumpla su rol de nutrir, es al final un superalimento, si lo comparamos con cosas que lleven escondido por ahí el logo de Nestlé, PESICO, P&G, Mars, Johnson & Johnson, Kellogs, Coca-Cola o UNILEVER.

Ya tendremos la oportunidad de hablar sobre cómo comer bien y todo eso, pero así, a priori, se me vienen a la mente algunas combinaciones que son demoledoras para alegrar la panza, así que jugando con Chat–GPT y basado en los nutrientes y minerales,  salió algo gracioso:

Para cuando sientes que podrías matar a alguien

Síntomas: Irritabilidad, insomnio, mal genio, mandíbula apretada.

Junta:

  • 2 tazas espinacas (magnesio para frenar tu sistema nervioso)

  • 1/2 palta (grasas monoinsaturadas que estabilizan el humor)

  • 1/4 taza de pepas de zapallo (zinc para regular estrés)

  • 1/2 taza de arándanos (antocianinas neuroprotectoras)

  • 2 huevos duros (colina para acetilcolina, neurotransmisor de la calma)

  • Aliño: aceite de oliva, limón, sal a gusto.

Efecto: Las revoluciones bajan. El combo magnesio-grasas saludables calma la actividad eléctrica excesiva del cerebro. Cómase una de estas por 5 días y cuénteme.

Para la tristeza que sale de la nada

Síntomas: Depresión estacional, anhedonia, pensamientos oscuros recurrentes.

Junta:

  • 2 tazas hojas verdes mixtas (base para neurotransmisores)

  • 1/2 taza de quinoa cocida (triptófano precursor de serotonina)

  • 1/4 taza de tomates cherry (licopeno protector)

  • 1/4 taza de chía (omega-3 para fluidez neuronal)

  • 1/2 taza de piña (bromelina que mejora la absorción de triptófano)

  • Aliño: aceite de oliva, cúrcuma, pimienta negra (aumenta absorción 2000%)

Efecto: Como tomar sol en formato comestible. Boost de energía limpia. Después de una semana, los pensamientos oscuros pierden fuerza.

Para la depre

Síntomas: Pena random, vacío existencial, digestión lenta, "nada me hace sentir cómod@".

Juntar:

  • 1 taza kale picado (fibra prebiótica para bacterias de serotonina)

  • 1/2 taza de chucrut (lactobacillus que mejoran la conexión intestino-cerebro)

  • 1/4 taza de lentejas (folato para neurotransmisores)

  • 1/4 taza de nueces (omega-3 antiinflamatorio cerebral)

  • 1/2 taza de zanahoria rallada (fibra soluble)

  • Aliño: yogurt natural con hierbas

Efecto: La tristeza difusa se levanta. Es como resetear tu ecosistema interno.

Para la niebla mental y fatiga zombi

Síntomas: Confusión mental, mareos, calambres, "cabeza de algodón".

Juntar:

  • 2 tazas de rúcula (potasio y magnesio para transmisión nerviosa).

  • 1/2 pepino (hidratación celular con sílice).

  • 1/4 taza de aceitunas (sodio natural).

  • 1/2 taza de betarraga asada (nitratos para flujo sanguíneo cerebral).

  • 1/4 taza queso feta (calcio para señalización).

  • Aliño: limón, miel, sal de mar (84 minerales).

Efecto: Como enchufar tu cerebro. Esencial post-resaca o días de mucho café. Los electrolitos te darán vida.

Lo que quiero mostrarles con esta "superlocura", es que hay alimentos cotidianos, que encuentras en la feria, el súper, Uber Eats, y tu dealer favorito, que son capaces de ayudarnos dramáticamente.

Cada vez que sientas esa pena rara, esa angustia sin nombre, antes de caer en el espiral del azúcar, pregúntate: ¿qué nutriente me está pidiendo mi cuerpo? Tu organismo habla su propio idioma, y muchas veces interpreta deficiencias nutricionales como una.

La próxima vez que elijas entre brownie y ensalada, recuerda: estás eligiendo entre un préstamo neuroquímico con intereses usureros versus una inversión real en tu bienestar. Tu microbioma, tus glándulas adrenales y cada neurona de tu cerebro celebrarán la decisión inteligente.

La felicidad real real viene en formato ensalada. Y ahora sabes exactamente cuál necesitas según lo que estés sintiendo.

Tengo que confesarles algo vergonzoso: durante años viví convencido de que la felicidad venía en formato de torta de chocolate o en esos brownies con helado que te sirven tibios en los restaurantes pelolaise. La dopamina instantánea, ese subidón de azúcar que te hace sentir invencible por exactamente 37 minutos antes de mandarte directo al infierno del bajón glucémico.

Mi vida, no se concebía sin un detallito dulce después de almuerzo, o también a media mañana, media tarde, y ojalá también en la noche. 

Resulta que el mundo microbiano, tiene algo distinto que decir sobre dónde encontrar la felicidad real, esa que tanto me obsesiona.

Una teleserie hormonal

Volviendo a nuestro odio por el cortisol, ¿se acuerdan? Este eje HPA (hipotalámico-pituitario-adrenal), es un sistema elegante de comunicación hormonal que se desregula por estrés crónico. 

(Vamos a darle bien duro en todo este capítulo al cortisol)

Tus glándulas suprarrenales no se "cansan" como dicen los chantitas de Instagram. Estas pueden producir hormonas casi ilimitadamente. Lo que se jode es la sensibilidad del sistema de retroalimentación.

Cada vez que comemos un antojito, en particular uno dulce, o comida chatarra, provocas un peak violento de glucosa que activa un ciclo vicioso de seis pasos: 


  1. Estrés cotidiano eleva cortisol.

  2. Cortisol aumenta los antojos de azúcar.

  3. Comes la golosina y experimentas alivio temporal

  4. Glucosa sube y cae brutalmente (hipoglucemia reactiva). 

  5. La caída es un nuevo estresor que libera más cortisol.

  6. Vuelta al paso 1 con más ansiedad.


El azúcar refinado desregula completamente tu producción de cortisol, mientras alimentos tan económicos como algunas plantas, estabilizan estos niveles. 

La diferencia es brutal: una insípida torta te puede desregular totalmente hormonalmente, mientras una ensalada bien pensada abrirá un portal a otra dimensión.

Te cuento por qué.

Tu intestino: la verdadera fábrica de la felicidad

Entre el 90-95% de tu serotonina —la molécula de la felicidad— no se produce en tu cerebro sino en tu intestino. Las células enterocromafines de la guatita son las verdaderas arquitectas de tu estado de ánimo.

Intensamente, es genial por cómo aborda nuestra salud mental, pero si metiéramos al mundo bacteriano, eso da para otra construir otra propiedad intelectual en sí misma.

Nuestro intestino alberga cien billones de microorganismos que conforman tu microbiota. Esta comunidad bacteriana regula tu salud mental a través del eje intestino-cerebro, una autopista bidireccional entre tu guata y tu sesera. Las bacterias fermentan la fibra produciendo ácidos grasos de cadena corta (AGCC) como el butirato, que literalmente le dicen a tu intestino que produzca serotonina.

Los dulces procesados son una bomba nuclear para este ecosistema. El azúcar refinado:.

  • Mata de hambre a bacterias beneficiosas como Akkermansia muciniphila (mantiene tu barrera intestinal sana).

  • Promueve bacterias pro inflamatorias.

  • Los emulsionantes (polisorbato 80, carboximetilcelulosa) dañan la capa de moco protectora, creando "intestino permeable".

  • Permite que lipopolisacáridos (LPS) se filtren a tu sangre, generando inflamación sistémica.

Las ensaladas ricas en fibra hacen exactamente lo opuesto: alimentan bacterias productoras de butirato, fortalecen tu barrera intestinal y crean un ambiente antiinflamatorio. Stanford demostró que los alimentos fermentados tienen un impacto más significativo en la salud del microbioma que las dietas altas solo en fibra.

La conexión secreta: electrolitos, aldosterona y felicidad

Tus suprarrenales no solo producen cortisol; también secretan aldosterona, hormona que regula el balance sodio/potasio. El estrés crónico suprime la aldosterona, causando pérdida de sodio y retención de potasio. Resultado: mareos, fatiga, niebla mental y esos antojos locos de sal.

El consumo de golosinas empeora este desequilibrio. La insulina disparada altera tus electrolitos, especialmente el potasio, afectando la función adrenal y generando más fatiga e irritabilidad.

Las verduras de hoja verde son bombas de magnesio –el "mineral de la relajación"– crucial para más de 300 reacciones bioquímicas. Una ensalada bien armada te entrega.

  • Magnesio: Regula el cortisol y calma el sistema nervioso.

  • Vitaminas B5 y B6: Esenciales para función adrenal.

  • Vitamina C: Las suprarrenales tienen las concentraciones más altas del cuerpo.

  • Zinc: Fundamental para la retroalimentación negativa del eje HPA.

  • Potasio: Balancea sodio y apoya la aldosterona.

¿Te ha pasado esa pena weona, esa melancolía random de domingo? Tu cuerpo está gritando por nutrientes específicos. Cada síntoma emocional puede ser una deficiencia disfrazada.

  • Irritabilidad constante = falta de magnesio

  • Fatiga mental = déficit de omega-3.

  • Ansiedad social = microbioma pidiendo auxilio

  • Tristeza sin razón = deficiencia de triptófano

Las plantas que hackearán tu química cerebral

No quiero caer en la trampa de ofrecerles alimentos milagrosos, o hablar de superalimentos. 

Cualquier alimento que cumpla su rol de nutrir, es al final un superalimento, si lo comparamos con cosas que lleven escondido por ahí el logo de Nestlé, PESICO, P&G, Mars, Johnson & Johnson, Kellogs, Coca-Cola o UNILEVER.

Ya tendremos la oportunidad de hablar sobre cómo comer bien y todo eso, pero así, a priori, se me vienen a la mente algunas combinaciones que son demoledoras para alegrar la panza, así que jugando con Chat–GPT y basado en los nutrientes y minerales,  salió algo gracioso:

Para cuando sientes que podrías matar a alguien

Síntomas: Irritabilidad, insomnio, mal genio, mandíbula apretada.

Junta:

  • 2 tazas espinacas (magnesio para frenar tu sistema nervioso)

  • 1/2 palta (grasas monoinsaturadas que estabilizan el humor)

  • 1/4 taza de pepas de zapallo (zinc para regular estrés)

  • 1/2 taza de arándanos (antocianinas neuroprotectoras)

  • 2 huevos duros (colina para acetilcolina, neurotransmisor de la calma)

  • Aliño: aceite de oliva, limón, sal a gusto.

Efecto: Las revoluciones bajan. El combo magnesio-grasas saludables calma la actividad eléctrica excesiva del cerebro. Cómase una de estas por 5 días y cuénteme.

Para la tristeza que sale de la nada

Síntomas: Depresión estacional, anhedonia, pensamientos oscuros recurrentes.

Junta:

  • 2 tazas hojas verdes mixtas (base para neurotransmisores)

  • 1/2 taza de quinoa cocida (triptófano precursor de serotonina)

  • 1/4 taza de tomates cherry (licopeno protector)

  • 1/4 taza de chía (omega-3 para fluidez neuronal)

  • 1/2 taza de piña (bromelina que mejora la absorción de triptófano)

  • Aliño: aceite de oliva, cúrcuma, pimienta negra (aumenta absorción 2000%)

Efecto: Como tomar sol en formato comestible. Boost de energía limpia. Después de una semana, los pensamientos oscuros pierden fuerza.

Para la depre

Síntomas: Pena random, vacío existencial, digestión lenta, "nada me hace sentir cómod@".

Juntar:

  • 1 taza kale picado (fibra prebiótica para bacterias de serotonina)

  • 1/2 taza de chucrut (lactobacillus que mejoran la conexión intestino-cerebro)

  • 1/4 taza de lentejas (folato para neurotransmisores)

  • 1/4 taza de nueces (omega-3 antiinflamatorio cerebral)

  • 1/2 taza de zanahoria rallada (fibra soluble)

  • Aliño: yogurt natural con hierbas

Efecto: La tristeza difusa se levanta. Es como resetear tu ecosistema interno.

Para la niebla mental y fatiga zombi

Síntomas: Confusión mental, mareos, calambres, "cabeza de algodón".

Juntar:

  • 2 tazas de rúcula (potasio y magnesio para transmisión nerviosa).

  • 1/2 pepino (hidratación celular con sílice).

  • 1/4 taza de aceitunas (sodio natural).

  • 1/2 taza de betarraga asada (nitratos para flujo sanguíneo cerebral).

  • 1/4 taza queso feta (calcio para señalización).

  • Aliño: limón, miel, sal de mar (84 minerales).

Efecto: Como enchufar tu cerebro. Esencial post-resaca o días de mucho café. Los electrolitos te darán vida.

Lo que quiero mostrarles con esta "superlocura", es que hay alimentos cotidianos, que encuentras en la feria, el súper, Uber Eats, y tu dealer favorito, que son capaces de ayudarnos dramáticamente.

Cada vez que sientas esa pena rara, esa angustia sin nombre, antes de caer en el espiral del azúcar, pregúntate: ¿qué nutriente me está pidiendo mi cuerpo? Tu organismo habla su propio idioma, y muchas veces interpreta deficiencias nutricionales como una.

La próxima vez que elijas entre brownie y ensalada, recuerda: estás eligiendo entre un préstamo neuroquímico con intereses usureros versus una inversión real en tu bienestar. Tu microbioma, tus glándulas adrenales y cada neurona de tu cerebro celebrarán la decisión inteligente.

La felicidad real real viene en formato ensalada. Y ahora sabes exactamente cuál necesitas según lo que estés sintiendo.

Tengo que confesarles algo vergonzoso: durante años viví convencido de que la felicidad venía en formato de torta de chocolate o en esos brownies con helado que te sirven tibios en los restaurantes pelolaise. La dopamina instantánea, ese subidón de azúcar que te hace sentir invencible por exactamente 37 minutos antes de mandarte directo al infierno del bajón glucémico.

Mi vida, no se concebía sin un detallito dulce después de almuerzo, o también a media mañana, media tarde, y ojalá también en la noche. 

Resulta que el mundo microbiano, tiene algo distinto que decir sobre dónde encontrar la felicidad real, esa que tanto me obsesiona.

Una teleserie hormonal

Volviendo a nuestro odio por el cortisol, ¿se acuerdan? Este eje HPA (hipotalámico-pituitario-adrenal), es un sistema elegante de comunicación hormonal que se desregula por estrés crónico. 

(Vamos a darle bien duro en todo este capítulo al cortisol)

Tus glándulas suprarrenales no se "cansan" como dicen los chantitas de Instagram. Estas pueden producir hormonas casi ilimitadamente. Lo que se jode es la sensibilidad del sistema de retroalimentación.

Cada vez que comemos un antojito, en particular uno dulce, o comida chatarra, provocas un peak violento de glucosa que activa un ciclo vicioso de seis pasos: 


  1. Estrés cotidiano eleva cortisol.

  2. Cortisol aumenta los antojos de azúcar.

  3. Comes la golosina y experimentas alivio temporal

  4. Glucosa sube y cae brutalmente (hipoglucemia reactiva). 

  5. La caída es un nuevo estresor que libera más cortisol.

  6. Vuelta al paso 1 con más ansiedad.


El azúcar refinado desregula completamente tu producción de cortisol, mientras alimentos tan económicos como algunas plantas, estabilizan estos niveles. 

La diferencia es brutal: una insípida torta te puede desregular totalmente hormonalmente, mientras una ensalada bien pensada abrirá un portal a otra dimensión.

Te cuento por qué.

Tu intestino: la verdadera fábrica de la felicidad

Entre el 90-95% de tu serotonina —la molécula de la felicidad— no se produce en tu cerebro sino en tu intestino. Las células enterocromafines de la guatita son las verdaderas arquitectas de tu estado de ánimo.

Intensamente, es genial por cómo aborda nuestra salud mental, pero si metiéramos al mundo bacteriano, eso da para otra construir otra propiedad intelectual en sí misma.

Nuestro intestino alberga cien billones de microorganismos que conforman tu microbiota. Esta comunidad bacteriana regula tu salud mental a través del eje intestino-cerebro, una autopista bidireccional entre tu guata y tu sesera. Las bacterias fermentan la fibra produciendo ácidos grasos de cadena corta (AGCC) como el butirato, que literalmente le dicen a tu intestino que produzca serotonina.

Los dulces procesados son una bomba nuclear para este ecosistema. El azúcar refinado:.

  • Mata de hambre a bacterias beneficiosas como Akkermansia muciniphila (mantiene tu barrera intestinal sana).

  • Promueve bacterias pro inflamatorias.

  • Los emulsionantes (polisorbato 80, carboximetilcelulosa) dañan la capa de moco protectora, creando "intestino permeable".

  • Permite que lipopolisacáridos (LPS) se filtren a tu sangre, generando inflamación sistémica.

Las ensaladas ricas en fibra hacen exactamente lo opuesto: alimentan bacterias productoras de butirato, fortalecen tu barrera intestinal y crean un ambiente antiinflamatorio. Stanford demostró que los alimentos fermentados tienen un impacto más significativo en la salud del microbioma que las dietas altas solo en fibra.

La conexión secreta: electrolitos, aldosterona y felicidad

Tus suprarrenales no solo producen cortisol; también secretan aldosterona, hormona que regula el balance sodio/potasio. El estrés crónico suprime la aldosterona, causando pérdida de sodio y retención de potasio. Resultado: mareos, fatiga, niebla mental y esos antojos locos de sal.

El consumo de golosinas empeora este desequilibrio. La insulina disparada altera tus electrolitos, especialmente el potasio, afectando la función adrenal y generando más fatiga e irritabilidad.

Las verduras de hoja verde son bombas de magnesio –el "mineral de la relajación"– crucial para más de 300 reacciones bioquímicas. Una ensalada bien armada te entrega.

  • Magnesio: Regula el cortisol y calma el sistema nervioso.

  • Vitaminas B5 y B6: Esenciales para función adrenal.

  • Vitamina C: Las suprarrenales tienen las concentraciones más altas del cuerpo.

  • Zinc: Fundamental para la retroalimentación negativa del eje HPA.

  • Potasio: Balancea sodio y apoya la aldosterona.

¿Te ha pasado esa pena weona, esa melancolía random de domingo? Tu cuerpo está gritando por nutrientes específicos. Cada síntoma emocional puede ser una deficiencia disfrazada.

  • Irritabilidad constante = falta de magnesio

  • Fatiga mental = déficit de omega-3.

  • Ansiedad social = microbioma pidiendo auxilio

  • Tristeza sin razón = deficiencia de triptófano

Las plantas que hackearán tu química cerebral

No quiero caer en la trampa de ofrecerles alimentos milagrosos, o hablar de superalimentos. 

Cualquier alimento que cumpla su rol de nutrir, es al final un superalimento, si lo comparamos con cosas que lleven escondido por ahí el logo de Nestlé, PESICO, P&G, Mars, Johnson & Johnson, Kellogs, Coca-Cola o UNILEVER.

Ya tendremos la oportunidad de hablar sobre cómo comer bien y todo eso, pero así, a priori, se me vienen a la mente algunas combinaciones que son demoledoras para alegrar la panza, así que jugando con Chat–GPT y basado en los nutrientes y minerales,  salió algo gracioso:

Para cuando sientes que podrías matar a alguien

Síntomas: Irritabilidad, insomnio, mal genio, mandíbula apretada.

Junta:

  • 2 tazas espinacas (magnesio para frenar tu sistema nervioso)

  • 1/2 palta (grasas monoinsaturadas que estabilizan el humor)

  • 1/4 taza de pepas de zapallo (zinc para regular estrés)

  • 1/2 taza de arándanos (antocianinas neuroprotectoras)

  • 2 huevos duros (colina para acetilcolina, neurotransmisor de la calma)

  • Aliño: aceite de oliva, limón, sal a gusto.

Efecto: Las revoluciones bajan. El combo magnesio-grasas saludables calma la actividad eléctrica excesiva del cerebro. Cómase una de estas por 5 días y cuénteme.

Para la tristeza que sale de la nada

Síntomas: Depresión estacional, anhedonia, pensamientos oscuros recurrentes.

Junta:

  • 2 tazas hojas verdes mixtas (base para neurotransmisores)

  • 1/2 taza de quinoa cocida (triptófano precursor de serotonina)

  • 1/4 taza de tomates cherry (licopeno protector)

  • 1/4 taza de chía (omega-3 para fluidez neuronal)

  • 1/2 taza de piña (bromelina que mejora la absorción de triptófano)

  • Aliño: aceite de oliva, cúrcuma, pimienta negra (aumenta absorción 2000%)

Efecto: Como tomar sol en formato comestible. Boost de energía limpia. Después de una semana, los pensamientos oscuros pierden fuerza.

Para la depre

Síntomas: Pena random, vacío existencial, digestión lenta, "nada me hace sentir cómod@".

Juntar:

  • 1 taza kale picado (fibra prebiótica para bacterias de serotonina)

  • 1/2 taza de chucrut (lactobacillus que mejoran la conexión intestino-cerebro)

  • 1/4 taza de lentejas (folato para neurotransmisores)

  • 1/4 taza de nueces (omega-3 antiinflamatorio cerebral)

  • 1/2 taza de zanahoria rallada (fibra soluble)

  • Aliño: yogurt natural con hierbas

Efecto: La tristeza difusa se levanta. Es como resetear tu ecosistema interno.

Para la niebla mental y fatiga zombi

Síntomas: Confusión mental, mareos, calambres, "cabeza de algodón".

Juntar:

  • 2 tazas de rúcula (potasio y magnesio para transmisión nerviosa).

  • 1/2 pepino (hidratación celular con sílice).

  • 1/4 taza de aceitunas (sodio natural).

  • 1/2 taza de betarraga asada (nitratos para flujo sanguíneo cerebral).

  • 1/4 taza queso feta (calcio para señalización).

  • Aliño: limón, miel, sal de mar (84 minerales).

Efecto: Como enchufar tu cerebro. Esencial post-resaca o días de mucho café. Los electrolitos te darán vida.

Lo que quiero mostrarles con esta "superlocura", es que hay alimentos cotidianos, que encuentras en la feria, el súper, Uber Eats, y tu dealer favorito, que son capaces de ayudarnos dramáticamente.

Cada vez que sientas esa pena rara, esa angustia sin nombre, antes de caer en el espiral del azúcar, pregúntate: ¿qué nutriente me está pidiendo mi cuerpo? Tu organismo habla su propio idioma, y muchas veces interpreta deficiencias nutricionales como una.

La próxima vez que elijas entre brownie y ensalada, recuerda: estás eligiendo entre un préstamo neuroquímico con intereses usureros versus una inversión real en tu bienestar. Tu microbioma, tus glándulas adrenales y cada neurona de tu cerebro celebrarán la decisión inteligente.

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