Nuestro planeta surgió hace más de 4.500 millones de años. Si comprimiéramos todo ese tiempo, en 24 horas, el planeta se hubiese formado a las 00:00 horas, a las 5 de la mañana hubiese surgido la vida microbiana, a las 23:39 se extinguieron los dinosaurios, y recién a las 23:59 hubiésemos visto de pie al ser humano, al famoso sapiens sapiens.

Literalmente, toda nuestra historia, es menos que un peito para nuestro planeta. Un apéndice, o el chiste final de cuando la fiesta está a punto de acabarse. Todo el periodo que comprende ese chiste final, se llama “Antropoceno”.

Si has experimentado esa sensación de estar viviendo en el peor y mejor momento de la historia, mis felicitaciones, estás experimentando la era del Antropoceno en todo su esplendor.

A diferencia de otras eras, como el Holoceno (de cuando surgieron los dinosaurios), esta era no es geológica, sino más bien social. Para el planeta, es la era en donde el ser humano se convirtió en la fuerza dominante que modela la Tierra, y como era, finalizará exactamente cuando nosotros nos extingamos.

Como explica Paul Crutzen, el científico que popularizó el término, ahora movemos más material, energía o “cosas”, que todas las etapas previas de la historia planetaria juntas. Algunos dicen que para la historia del planeta, somos como un cáncer terminal en estado de metástasis, pero la realidad es que al planeta, no somos capaces ni de rasguñarlo. Por el contrario, somos nosotros los que resultaremos extirpados cuando “él lo decida”.

Más allá de la definición técnica, personas James Hollis resumen perfectamente cómo se siente simplemente existir hoy en día: “estamos en una época donde a cada segundo debemos preguntarnos si es necesario hacer lo que nos demanda nuestra alma o si debemos ceder y adaptarnos a demandas externas”.

Esta guía de supervivencia moderna, es para que encontremos lo que demanda “tu alma”, para que dejes de perder tu tiempo, y alcances lo antes posible el gran “propósito universal”. Ahora te contaré cómo, dónde y por qué.

La era más horrorosa y hermosa a la vez

Odiamos la era del Antropoceno por causas un tanto evidentes: crisis climática, desigualdad, salud mental en el piso, trabajos de mierda, políticos rancios, y un sistema que nos impulsa a meternos en una ruedita de hámster mientras el planeta “se prende fuego” en todas partes y al mismo tiempo.

Los números son una pena: más del 40 % de los estudiantes universitarios reportan estar demasiado deprimidos para funcionar la mayoría de los días. En gringolanduno de cada cinco adultos experimenta enfermedades mentales. Hoy en día los adolescentes —la generación que se supone lo cambiaría todo— se pasan más de tres horas al día en redes sociales, haciéndolos más propensos a desarrollar depresión, ansiedad y comportamiento antisocial.

¿Suena conocida una rutina como esta? Scrollear mientras haces del segundo, trabajar en algo que no te llena, llegar a la casa a ver Netflix, regalonearse con comida chatarra, unos traguitos cuando el presupuesto lo permite, y repetir hasta fin. Ese es el Antropoceno, la llamada era “del hombre” en acción. Un loop infinito de hábitos dudosos y muchísima frustración existencial.

Aunque tampoco tenemos que llorar.

Es en esta era donde tenemos acceso a todo el conocimiento humano en el bolsillo. Podemos conectar con personas al otro lado del mundo que comparten nuestros intereses más nicho del nicho. Si te lo propones, en verdad, en un par de semanas podrías estar en China. La medicina nos salvó de morir fácilmente a los 30 por un resfrío mal cuidado, y literalmente Internet permite que mañana mismo te conviertas en una persona que inventaste hace 5 minutos.

La vida moderna nos entrega las herramientas más geniales para construir la vida que queremos, pero también las más efectivas para autodestruirnos. Es como tener un cortaplumas nuclear: podrías desde abrir una chela hasta prenderle fuego completo a providencia. La pregunta que queda entonces es qué haces tu con las herramientas que nos entrega esta vida moderna.

Tu realidad vs. "La realidad™"

Increíble que tu abres redes sociales, y todo el mundo de habla de la matrix. Es un trending topic, un tema hot. “Lo más viral”. Todos te ayudarán a mejorar tu vida, si les dejas tu correo y entras a ese horripilante embudo de ventas. El gran problema sí, mis queridos amig@s, es que esas personas, también están metidas en la matrix, y not in a good way. Nadie que tenga la capacidad de enseñarte a vender, copiaría una estrategia que se inventó y funcionaba hace 16 años.

Hoy en día estar o no en la matrix, tiene que ver con tu No te unas o excluyas del sistema; úsalo a tu favor de creencias y punto de vista del mundo, nada más.

¿Cómo saber si estás viviendo tu realidad o la de alguien más? La prueba es muy sencilla.

Si te identificas con cualquiera de estos “síntomas”, lamento informarte que probablemente estás viviendo en modo NPC. Ejecutando el guión que alguien más escribió para ti. Ese guión no está en ejecución porque el sistema te quiera pobre, tonto o ignorante. La realidad es que en el mundo real, nadie quiere eso para nadie. Está corriendo un guión que otra persona escribió para ti, por el mero hecho de que estamos en una era de la optimización, de algoritmos y métricas. No más complejo ni oscuro que eso.

Las famosas enfermedades mentales son mucho más que una simple disfunción, son la señal de que necesitamos re-alinearnos con lo que somos, con nuestra propia “autenticidad”. Estos estados emocionales no son solamente "químicos cerebrales desbalanceados", sino más bien señales de que algo fundamental en tu vida necesita atención. Es tu organismo pidiéndote atención.

La realidad real es el nuevo underground

En medio de todo ese bombardeo mediático, mi misión es mostrarles, con ejemplos, ciencia y números, cuál es la no realidad, la realidad, y cómo relacionarte con ambas.

La verdadera realidad es exactamente lo opuesto a lo que ves en la tele o en el feed de Instagram. Las aspiraciones no son un lambo o rostros iguales a punta de ácido hialurónico. Lamentablemente, los medios digitales están diseñados para captar y mantener nuestra atención a través de contenido que activa nuestros sistemas de amenaza y recompensa, no lo que te nutre. Lo digo en sencillo mejor: internet no está hecho para nutrirte ni mostrarte realmente el mundo de ninguna forma.

La realidad más real, pero que no la verás en estos medios, es que los seres humanos estamos viviendo la era de oro del conocimiento y la conexión auténtica. El amor sí como fuerza trascendental, y es la ley. El amor, sí permite que prácticamente todo lo que necesitas, aparezca frente a tu vida como por arte de magia. Cuando vives la real realidad, se dejan atrás las enfermedades mentales, y experimentas el verdadero glow up en la vida.

David Eagleman, experto en asuntos del cerebro, descubrió que "Cada segundo el cerebro se está reconfigurando". Esta plasticidad permite que podemos recablear totalmente nuestro cerebro para experimentar y ver el mundo de manera diferente. Vivir tu propia realidad te convierte en una bomba de energía e incluso magnetismo. Te tiene en "Phase 1" de manera constante, 24/7.

El problema es que la vida moderna está diseñada para mantenerte lejos de esa energía y de esas conexiones. Nos bombardea con falsas urgenciasnecesidades inventadas, y miedos dirigidos.

Desbloquear tu realidad no requiere cursos ni tomar ayahuasca. Es más simple pero difícil a la vez, ya qu requiere una estrategia que hasta ahora no se ha escrito.

No es un Excel con metas SMART y muchos emojis, ni tampoco un vision board aesthetic. Es una estrategia que requiere ver de manera diferente tu vida, y a partir de ahí identificar exactamente qué problemas sí quieres tener en tú ella y cuáles NO.

La vida sin problemas no existe, pero tu misión es elegir problemas que valgan la pena para ti, que te hagan crecer, que estén alineados con quien eres de verdad. Es lo que los expertos llaman "tolerancia a la incertidumbre" - aprender a estar cómodo con la ambigüedad sin buscar respuestas inmediatas. No todo el estrés es tóxico, pero debemos distinguir entre el estrés que nos hace crecer y el que nos destruye, pero eso solo es posible cuando estamos conectados con nosotros mismos. ¿Te anotas?

Nuestro planeta surgió hace más de 4.500 millones de años. Si comprimiéramos todo ese tiempo, en 24 horas, el planeta se hubiese formado a las 00:00 horas, a las 5 de la mañana hubiese surgido la vida microbiana, a las 23:39 se extinguieron los dinosaurios, y recién a las 23:59 hubiésemos visto de pie al ser humano, al famoso sapiens sapiens.

Literalmente, toda nuestra historia, es menos que un peito para nuestro planeta. Un apéndice, o el chiste final de cuando la fiesta está a punto de acabarse. Todo el periodo que comprende ese chiste final, se llama “Antropoceno”.

Si has experimentado esa sensación de estar viviendo en el peor y mejor momento de la historia, mis felicitaciones, estás experimentando la era del Antropoceno en todo su esplendor.

A diferencia de otras eras, como el Holoceno (de cuando surgieron los dinosaurios), esta era no es geológica, sino más bien social. Para el planeta, es la era en donde el ser humano se convirtió en la fuerza dominante que modela la Tierra, y como era, finalizará exactamente cuando nosotros nos extingamos.

Como explica Paul Crutzen, el científico que popularizó el término, ahora movemos más material, energía o “cosas”, que todas las etapas previas de la historia planetaria juntas. Algunos dicen que para la historia del planeta, somos como un cáncer terminal en estado de metástasis, pero la realidad es que al planeta, no somos capaces ni de rasguñarlo. Por el contrario, somos nosotros los que resultaremos extirpados cuando “él lo decida”.

Más allá de la definición técnica, personas James Hollis resumen perfectamente cómo se siente simplemente existir hoy en día: “estamos en una época donde a cada segundo debemos preguntarnos si es necesario hacer lo que nos demanda nuestra alma o si debemos ceder y adaptarnos a demandas externas”.

Esta guía de supervivencia moderna, es para que encontremos lo que demanda “tu alma”, para que dejes de perder tu tiempo, y alcances lo antes posible el gran “propósito universal”. Ahora te contaré cómo, dónde y por qué.

La era más horrorosa y hermosa a la vez

Odiamos la era del Antropoceno por causas un tanto evidentes: crisis climática, desigualdad, salud mental en el piso, trabajos de mierda, políticos rancios, y un sistema que nos impulsa a meternos en una ruedita de hámster mientras el planeta “se prende fuego” en todas partes y al mismo tiempo.

Los números son una pena: más del 40 % de los estudiantes universitarios reportan estar demasiado deprimidos para funcionar la mayoría de los días. En gringolanduno de cada cinco adultos experimenta enfermedades mentales. Hoy en día los adolescentes —la generación que se supone lo cambiaría todo— se pasan más de tres horas al día en redes sociales, haciéndolos más propensos a desarrollar depresión, ansiedad y comportamiento antisocial.

¿Suena conocida una rutina como esta? Scrollear mientras haces del segundo, trabajar en algo que no te llena, llegar a la casa a ver Netflix, regalonearse con comida chatarra, unos traguitos cuando el presupuesto lo permite, y repetir hasta fin. Ese es el Antropoceno, la llamada era “del hombre” en acción. Un loop infinito de hábitos dudosos y muchísima frustración existencial.

Aunque tampoco tenemos que llorar.

Es en esta era donde tenemos acceso a todo el conocimiento humano en el bolsillo. Podemos conectar con personas al otro lado del mundo que comparten nuestros intereses más nicho del nicho. Si te lo propones, en verdad, en un par de semanas podrías estar en China. La medicina nos salvó de morir fácilmente a los 30 por un resfrío mal cuidado, y literalmente Internet permite que mañana mismo te conviertas en una persona que inventaste hace 5 minutos.

La vida moderna nos entrega las herramientas más geniales para construir la vida que queremos, pero también las más efectivas para autodestruirnos. Es como tener un cortaplumas nuclear: podrías desde abrir una chela hasta prenderle fuego completo a providencia. La pregunta que queda entonces es qué haces tu con las herramientas que nos entrega esta vida moderna.

Tu realidad vs. "La realidad™"

Increíble que tu abres redes sociales, y todo el mundo de habla de la matrix. Es un trending topic, un tema hot. “Lo más viral”. Todos te ayudarán a mejorar tu vida, si les dejas tu correo y entras a ese horripilante embudo de ventas. El gran problema sí, mis queridos amig@s, es que esas personas, también están metidas en la matrix, y not in a good way. Nadie que tenga la capacidad de enseñarte a vender, copiaría una estrategia que se inventó y funcionaba hace 16 años.

Hoy en día estar o no en la matrix, tiene que ver con tu No te unas o excluyas del sistema; úsalo a tu favor de creencias y punto de vista del mundo, nada más.

¿Cómo saber si estás viviendo tu realidad o la de alguien más? La prueba es muy sencilla.

Si te identificas con cualquiera de estos “síntomas”, lamento informarte que probablemente estás viviendo en modo NPC. Ejecutando el guión que alguien más escribió para ti. Ese guión no está en ejecución porque el sistema te quiera pobre, tonto o ignorante. La realidad es que en el mundo real, nadie quiere eso para nadie. Está corriendo un guión que otra persona escribió para ti, por el mero hecho de que estamos en una era de la optimización, de algoritmos y métricas. No más complejo ni oscuro que eso.

Las famosas enfermedades mentales son mucho más que una simple disfunción, son la señal de que necesitamos re-alinearnos con lo que somos, con nuestra propia “autenticidad”. Estos estados emocionales no son solamente "químicos cerebrales desbalanceados", sino más bien señales de que algo fundamental en tu vida necesita atención. Es tu organismo pidiéndote atención.

La realidad real es el nuevo underground

En medio de todo ese bombardeo mediático, mi misión es mostrarles, con ejemplos, ciencia y números, cuál es la no realidad, la realidad, y cómo relacionarte con ambas.

La verdadera realidad es exactamente lo opuesto a lo que ves en la tele o en el feed de Instagram. Las aspiraciones no son un lambo o rostros iguales a punta de ácido hialurónico. Lamentablemente, los medios digitales están diseñados para captar y mantener nuestra atención a través de contenido que activa nuestros sistemas de amenaza y recompensa, no lo que te nutre. Lo digo en sencillo mejor: internet no está hecho para nutrirte ni mostrarte realmente el mundo de ninguna forma.

La realidad más real, pero que no la verás en estos medios, es que los seres humanos estamos viviendo la era de oro del conocimiento y la conexión auténtica. El amor sí como fuerza trascendental, y es la ley. El amor, sí permite que prácticamente todo lo que necesitas, aparezca frente a tu vida como por arte de magia. Cuando vives la real realidad, se dejan atrás las enfermedades mentales, y experimentas el verdadero glow up en la vida.

David Eagleman, experto en asuntos del cerebro, descubrió que "Cada segundo el cerebro se está reconfigurando". Esta plasticidad permite que podemos recablear totalmente nuestro cerebro para experimentar y ver el mundo de manera diferente. Vivir tu propia realidad te convierte en una bomba de energía e incluso magnetismo. Te tiene en "Phase 1" de manera constante, 24/7.

El problema es que la vida moderna está diseñada para mantenerte lejos de esa energía y de esas conexiones. Nos bombardea con falsas urgenciasnecesidades inventadas, y miedos dirigidos.

Desbloquear tu realidad no requiere cursos ni tomar ayahuasca. Es más simple pero difícil a la vez, ya qu requiere una estrategia que hasta ahora no se ha escrito.

No es un Excel con metas SMART y muchos emojis, ni tampoco un vision board aesthetic. Es una estrategia que requiere ver de manera diferente tu vida, y a partir de ahí identificar exactamente qué problemas sí quieres tener en tú ella y cuáles NO.

La vida sin problemas no existe, pero tu misión es elegir problemas que valgan la pena para ti, que te hagan crecer, que estén alineados con quien eres de verdad. Es lo que los expertos llaman "tolerancia a la incertidumbre" - aprender a estar cómodo con la ambigüedad sin buscar respuestas inmediatas. No todo el estrés es tóxico, pero debemos distinguir entre el estrés que nos hace crecer y el que nos destruye, pero eso solo es posible cuando estamos conectados con nosotros mismos. ¿Te anotas?

Nuestro planeta surgió hace más de 4.500 millones de años. Si comprimiéramos todo ese tiempo, en 24 horas, el planeta se hubiese formado a las 00:00 horas, a las 5 de la mañana hubiese surgido la vida microbiana, a las 23:39 se extinguieron los dinosaurios, y recién a las 23:59 hubiésemos visto de pie al ser humano, al famoso sapiens sapiens.

Literalmente, toda nuestra historia, es menos que un peito para nuestro planeta. Un apéndice, o el chiste final de cuando la fiesta está a punto de acabarse. Todo el periodo que comprende ese chiste final, se llama “Antropoceno”.

Si has experimentado esa sensación de estar viviendo en el peor y mejor momento de la historia, mis felicitaciones, estás experimentando la era del Antropoceno en todo su esplendor.

A diferencia de otras eras, como el Holoceno (de cuando surgieron los dinosaurios), esta era no es geológica, sino más bien social. Para el planeta, es la era en donde el ser humano se convirtió en la fuerza dominante que modela la Tierra, y como era, finalizará exactamente cuando nosotros nos extingamos.

Como explica Paul Crutzen, el científico que popularizó el término, ahora movemos más material, energía o “cosas”, que todas las etapas previas de la historia planetaria juntas. Algunos dicen que para la historia del planeta, somos como un cáncer terminal en estado de metástasis, pero la realidad es que al planeta, no somos capaces ni de rasguñarlo. Por el contrario, somos nosotros los que resultaremos extirpados cuando “él lo decida”.

Más allá de la definición técnica, personas James Hollis resumen perfectamente cómo se siente simplemente existir hoy en día: “estamos en una época donde a cada segundo debemos preguntarnos si es necesario hacer lo que nos demanda nuestra alma o si debemos ceder y adaptarnos a demandas externas”.

Esta guía de supervivencia moderna, es para que encontremos lo que demanda “tu alma”, para que dejes de perder tu tiempo, y alcances lo antes posible el gran “propósito universal”. Ahora te contaré cómo, dónde y por qué.

La era más horrorosa y hermosa a la vez

Odiamos la era del Antropoceno por causas un tanto evidentes: crisis climática, desigualdad, salud mental en el piso, trabajos de mierda, políticos rancios, y un sistema que nos impulsa a meternos en una ruedita de hámster mientras el planeta “se prende fuego” en todas partes y al mismo tiempo.

Los números son una pena: más del 40 % de los estudiantes universitarios reportan estar demasiado deprimidos para funcionar la mayoría de los días. En gringolanduno de cada cinco adultos experimenta enfermedades mentales. Hoy en día los adolescentes —la generación que se supone lo cambiaría todo— se pasan más de tres horas al día en redes sociales, haciéndolos más propensos a desarrollar depresión, ansiedad y comportamiento antisocial.

¿Suena conocida una rutina como esta? Scrollear mientras haces del segundo, trabajar en algo que no te llena, llegar a la casa a ver Netflix, regalonearse con comida chatarra, unos traguitos cuando el presupuesto lo permite, y repetir hasta fin. Ese es el Antropoceno, la llamada era “del hombre” en acción. Un loop infinito de hábitos dudosos y muchísima frustración existencial.

Aunque tampoco tenemos que llorar.

Es en esta era donde tenemos acceso a todo el conocimiento humano en el bolsillo. Podemos conectar con personas al otro lado del mundo que comparten nuestros intereses más nicho del nicho. Si te lo propones, en verdad, en un par de semanas podrías estar en China. La medicina nos salvó de morir fácilmente a los 30 por un resfrío mal cuidado, y literalmente Internet permite que mañana mismo te conviertas en una persona que inventaste hace 5 minutos.

La vida moderna nos entrega las herramientas más geniales para construir la vida que queremos, pero también las más efectivas para autodestruirnos. Es como tener un cortaplumas nuclear: podrías desde abrir una chela hasta prenderle fuego completo a providencia. La pregunta que queda entonces es qué haces tu con las herramientas que nos entrega esta vida moderna.

Tu realidad vs. "La realidad™"

Increíble que tu abres redes sociales, y todo el mundo de habla de la matrix. Es un trending topic, un tema hot. “Lo más viral”. Todos te ayudarán a mejorar tu vida, si les dejas tu correo y entras a ese horripilante embudo de ventas. El gran problema sí, mis queridos amig@s, es que esas personas, también están metidas en la matrix, y not in a good way. Nadie que tenga la capacidad de enseñarte a vender, copiaría una estrategia que se inventó y funcionaba hace 16 años.

Hoy en día estar o no en la matrix, tiene que ver con tu No te unas o excluyas del sistema; úsalo a tu favor de creencias y punto de vista del mundo, nada más.

¿Cómo saber si estás viviendo tu realidad o la de alguien más? La prueba es muy sencilla.

Si te identificas con cualquiera de estos “síntomas”, lamento informarte que probablemente estás viviendo en modo NPC. Ejecutando el guión que alguien más escribió para ti. Ese guión no está en ejecución porque el sistema te quiera pobre, tonto o ignorante. La realidad es que en el mundo real, nadie quiere eso para nadie. Está corriendo un guión que otra persona escribió para ti, por el mero hecho de que estamos en una era de la optimización, de algoritmos y métricas. No más complejo ni oscuro que eso.

Las famosas enfermedades mentales son mucho más que una simple disfunción, son la señal de que necesitamos re-alinearnos con lo que somos, con nuestra propia “autenticidad”. Estos estados emocionales no son solamente "químicos cerebrales desbalanceados", sino más bien señales de que algo fundamental en tu vida necesita atención. Es tu organismo pidiéndote atención.

La realidad real es el nuevo underground

En medio de todo ese bombardeo mediático, mi misión es mostrarles, con ejemplos, ciencia y números, cuál es la no realidad, la realidad, y cómo relacionarte con ambas.

La verdadera realidad es exactamente lo opuesto a lo que ves en la tele o en el feed de Instagram. Las aspiraciones no son un lambo o rostros iguales a punta de ácido hialurónico. Lamentablemente, los medios digitales están diseñados para captar y mantener nuestra atención a través de contenido que activa nuestros sistemas de amenaza y recompensa, no lo que te nutre. Lo digo en sencillo mejor: internet no está hecho para nutrirte ni mostrarte realmente el mundo de ninguna forma.

La realidad más real, pero que no la verás en estos medios, es que los seres humanos estamos viviendo la era de oro del conocimiento y la conexión auténtica. El amor sí como fuerza trascendental, y es la ley. El amor, sí permite que prácticamente todo lo que necesitas, aparezca frente a tu vida como por arte de magia. Cuando vives la real realidad, se dejan atrás las enfermedades mentales, y experimentas el verdadero glow up en la vida.

David Eagleman, experto en asuntos del cerebro, descubrió que "Cada segundo el cerebro se está reconfigurando". Esta plasticidad permite que podemos recablear totalmente nuestro cerebro para experimentar y ver el mundo de manera diferente. Vivir tu propia realidad te convierte en una bomba de energía e incluso magnetismo. Te tiene en "Phase 1" de manera constante, 24/7.

El problema es que la vida moderna está diseñada para mantenerte lejos de esa energía y de esas conexiones. Nos bombardea con falsas urgenciasnecesidades inventadas, y miedos dirigidos.

Desbloquear tu realidad no requiere cursos ni tomar ayahuasca. Es más simple pero difícil a la vez, ya qu requiere una estrategia que hasta ahora no se ha escrito.

No es un Excel con metas SMART y muchos emojis, ni tampoco un vision board aesthetic. Es una estrategia que requiere ver de manera diferente tu vida, y a partir de ahí identificar exactamente qué problemas sí quieres tener en tú ella y cuáles NO.

La vida sin problemas no existe, pero tu misión es elegir problemas que valgan la pena para ti, que te hagan crecer, que estén alineados con quien eres de verdad. Es lo que los expertos llaman "tolerancia a la incertidumbre" - aprender a estar cómodo con la ambigüedad sin buscar respuestas inmediatas. No todo el estrés es tóxico, pero debemos distinguir entre el estrés que nos hace crecer y el que nos destruye, pero eso solo es posible cuando estamos conectados con nosotros mismos. ¿Te anotas?

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