Si has experimentado esa sensación de estar vivo en el peor y mejor momento de la historia, mis felicitaciones. Estás experimentando la era del Antropoceno en todo su esplendor.

Para quienes salimos del colegio hace mucho, el “Antropoceno” es la era socio-geológica actual del planeta, una donde el ser humano se convirtió en la fuerza dominante que moldea la Tierra. Esta era finalizará exactamente cuando nosotros nos extingamos.

Como explica Paul Crutzen, el científico que popularizó el término, ahora movemos más material que todas los procesos naturales (previos) combinados. Lo importante, es que más allá de la definición técnica, personas James Hollis resumen perfecto cómo se siente estar con vida: vivimos en una época donde a cada segundo debemos preguntarnos si es necesario hacer lo que nos demanda nuestra “alma” o si debemos ceder y adaptarnos a demandas externas.

La misión de este fanzine es ayudarte a encontrar lo que demanda “tu alma”.

La era más horrorosa y hermosa a la vez

Odiamos la era del Antropoceno por causas evidentes: crisis climática, desigualdad extrema, salud mental en el piso, trabajos de mierda, políticos rancios, y un sistema que nos impulsa a meternos en la rueda del hámster mientras el planeta se prende fuego.

Los números son una pena: más del 40 % de los estudiantes universitarios reportan estar demasiado deprimidos para funcionar la mayoría de los días. En gringoland, uno de cada cinco adultos experimenta enfermedades mentales. Hoy en día los adolescentes —la generación que se supone lo cambiará todo— se pasan más de tres horas al día en redes sociales, haciéndolos más propensos a desarrollar depresión, ansiedad y comportamiento antisocial.

¿Te suena conocida esta rutina? Scrollear mientras haces del segundo, trabajar en algo que no te llena, llegar a la casa a ver Netflix, regalonearse con comida chatarra, unos traguitos cuando el presupuesto lo permite, y repetir hasta fin. Ese es el Antropoceno, la llamada era “del hombre” en acción. Un loop infinito de caca existencial.

Pero tampoco tenemos que llorar.

Es en esta era donde tenemos acceso a todo el conocimiento humano en el bolsillo. Podemos conectar con personas al otro lado del mundo que comparten nuestros intereses más nicho del nicho. La medicina nos salvó de morir fácilmente a los 30 por un resfrío mal cuidado, y literalmente Internet permite que mañana mismo te conviertas en una persona que inventaste hace 5 minutos.

La moderna nos entrega las herramientas más geniales para construir la vida que queremos, pero también las más efectivas para autodestruirnos. Es como tener un cortaplumas nuclear: puedes desde abrir una chela hasta volar el vecindario.

Tu realidad vs. "La Realidad™"

Aquí viene la parte por la que nace esta guía, y es que casi nadie está viviendo su propia realidad.

Lamentablemente, si estás en el loop que les digo, estás viviendo la vida que diseñaron para ti los algoritmos, marcas, medios, tus abuelos, tu ex toxic, o incluso ese coach de LinkedIn que dice que debes levantarte a las 5 AM para ser exitoso. Tod@s tenemos neuronas específicas en nuestro cerebro que nos impulsan a buscar conexión social, pero paradójicamente, experimentamos niveles récord de soledad.

¿Quieres saber si estás viviendo tu realidad o la de alguien más? La prueba es muy sencilla.

Si te identificas con cualquiera de estos “síntomas”, lamento informarte que probablemente estás viviendo en modo NPC. Ejecutando el script que alguien más escribió para ti.

Crece y crece la evidencia de que las enfermedades mentales son más que una simple disfunción, son la señal de que necesitamos re-alinearnos con lo que somos, con nuestra propia “autenticidad”. Estos estados emocionales no son "químicos cerebrales desbalanceados", sino más bien señales de que algo fundamental en tu vida necesita atención.

La realidad real es el nuevo underground

En medio de todo ese bombardeo mediático, mi misión es mostrarte, con ejemplos, ciencia y números, que esa no es la verdadera realidad y cómo salir de ella.

La verdadera realidad es exactamente lo opuesto a lo que ves en la tele o en el feed de Instagram. Las aspiraciones no son un lambo o rostros iguales a punta de ácido hialurónico. Lamentablemente, los medios digitales están diseñados para captar y mantener nuestra atención a través de contenido que activa nuestros sistemas de amenaza y recompensa, no lo que te nutre.

La realidad más real, pero que no la verás en estos medios, es que los seres humanos estamos viviendo la era de oro del conocimiento y la conexión auténtica. El amor como fuerza trascendental es la ley, y prácticamente todo lo que necesitas, aparece frente a tu vida como por arte de magia. Cuando vives la real realidad, se dejan atrás las enfermedades mentales, y experimentas el verdadero glow up en la vida.

David Eagleman, experto en asuntos del cerebro, descubrió que "Cada segundo el cerebro se está reconfigurando". Esta plasticidad permite que podemos recablear totalmente nuestro cerebro para experimentar y ver el mundo de manera diferente. Vivir tu propia realidad te convierte en una bomba de energía e incluso magnetismo. Te tiene en "Phase 1" de manera constante, 24/7.

El problema es que la vida moderna está diseñada para mantenerte lejos de esa energía y de esas conexiones. Nos bombardea con falsas urgenciasnecesidades inventadas, y miedos dirigidos.

Desbloquear tu realidad no requiere cursos ni tomar ayahuasca. Es más simple pero difícil a la vez, ya que requiere una estrategia que hasta ahora no se ha escrito.

No es un Excel con metas SMART y muchos emojis, ni tampoco un vision board aesthetic. Es una estrategia que requiere ver de manera diferente tu vida, y a partir de ahí identificar exactamente qué problemas si quieres tener en tú ella y cuáles NO.

La vida sin problemas no existe, pero tu misión es elegir problemas que valgan la pena para ti, que te hagan crecer, que estén alineados con quien eres de verdad. Es lo que los expertos llaman "tolerancia a la incertidumbre" - aprender a estar cómodo con la ambigüedad sin buscar respuestas inmediatas. No todo el estrés es tóxico, pero debemos distinguir entre el estrés que nos hace crecer y el que nos destruye, pero eso solo es posible cuando estamos conectados con nosotros mismos. ¿Te anotas?

Si has experimentado esa sensación de estar vivo en el peor y mejor momento de la historia, mis felicitaciones. Estás experimentando la era del Antropoceno en todo su esplendor.

Para quienes salimos del colegio hace mucho, el “Antropoceno” es la era socio-geológica actual del planeta, una donde el ser humano se convirtió en la fuerza dominante que moldea la Tierra. Esta era finalizará exactamente cuando nosotros nos extingamos.

Como explica Paul Crutzen, el científico que popularizó el término, ahora movemos más material que todas los procesos naturales (previos) combinados. Lo importante, es que más allá de la definición técnica, personas James Hollis resumen perfecto cómo se siente estar con vida: vivimos en una época donde a cada segundo debemos preguntarnos si es necesario hacer lo que nos demanda nuestra “alma” o si debemos ceder y adaptarnos a demandas externas.

La misión de este fanzine es ayudarte a encontrar lo que demanda “tu alma”.

La era más horrorosa y hermosa a la vez

Odiamos la era del Antropoceno por causas evidentes: crisis climática, desigualdad extrema, salud mental en el piso, trabajos de mierda, políticos rancios, y un sistema que nos impulsa a meternos en la rueda del hámster mientras el planeta se prende fuego.

Los números son una pena: más del 40 % de los estudiantes universitarios reportan estar demasiado deprimidos para funcionar la mayoría de los días. En gringoland, uno de cada cinco adultos experimenta enfermedades mentales. Hoy en día los adolescentes —la generación que se supone lo cambiará todo— se pasan más de tres horas al día en redes sociales, haciéndolos más propensos a desarrollar depresión, ansiedad y comportamiento antisocial.

¿Te suena conocida esta rutina? Scrollear mientras haces del segundo, trabajar en algo que no te llena, llegar a la casa a ver Netflix, regalonearse con comida chatarra, unos traguitos cuando el presupuesto lo permite, y repetir hasta fin. Ese es el Antropoceno, la llamada era “del hombre” en acción. Un loop infinito de caca existencial.

Pero tampoco tenemos que llorar.

Es en esta era donde tenemos acceso a todo el conocimiento humano en el bolsillo. Podemos conectar con personas al otro lado del mundo que comparten nuestros intereses más nicho del nicho. La medicina nos salvó de morir fácilmente a los 30 por un resfrío mal cuidado, y literalmente Internet permite que mañana mismo te conviertas en una persona que inventaste hace 5 minutos.

La moderna nos entrega las herramientas más geniales para construir la vida que queremos, pero también las más efectivas para autodestruirnos. Es como tener un cortaplumas nuclear: puedes desde abrir una chela hasta volar el vecindario.

Tu realidad vs. "La Realidad™"

Aquí viene la parte por la que nace esta guía, y es que casi nadie está viviendo su propia realidad.

Lamentablemente, si estás en el loop que les digo, estás viviendo la vida que diseñaron para ti los algoritmos, marcas, medios, tus abuelos, tu ex toxic, o incluso ese coach de LinkedIn que dice que debes levantarte a las 5 AM para ser exitoso. Tod@s tenemos neuronas específicas en nuestro cerebro que nos impulsan a buscar conexión social, pero paradójicamente, experimentamos niveles récord de soledad.

¿Quieres saber si estás viviendo tu realidad o la de alguien más? La prueba es muy sencilla.

Si te identificas con cualquiera de estos “síntomas”, lamento informarte que probablemente estás viviendo en modo NPC. Ejecutando el script que alguien más escribió para ti.

Crece y crece la evidencia de que las enfermedades mentales son más que una simple disfunción, son la señal de que necesitamos re-alinearnos con lo que somos, con nuestra propia “autenticidad”. Estos estados emocionales no son "químicos cerebrales desbalanceados", sino más bien señales de que algo fundamental en tu vida necesita atención.

La realidad real es el nuevo underground

En medio de todo ese bombardeo mediático, mi misión es mostrarte, con ejemplos, ciencia y números, que esa no es la verdadera realidad y cómo salir de ella.

La verdadera realidad es exactamente lo opuesto a lo que ves en la tele o en el feed de Instagram. Las aspiraciones no son un lambo o rostros iguales a punta de ácido hialurónico. Lamentablemente, los medios digitales están diseñados para captar y mantener nuestra atención a través de contenido que activa nuestros sistemas de amenaza y recompensa, no lo que te nutre.

La realidad más real, pero que no la verás en estos medios, es que los seres humanos estamos viviendo la era de oro del conocimiento y la conexión auténtica. El amor como fuerza trascendental es la ley, y prácticamente todo lo que necesitas, aparece frente a tu vida como por arte de magia. Cuando vives la real realidad, se dejan atrás las enfermedades mentales, y experimentas el verdadero glow up en la vida.

David Eagleman, experto en asuntos del cerebro, descubrió que "Cada segundo el cerebro se está reconfigurando". Esta plasticidad permite que podemos recablear totalmente nuestro cerebro para experimentar y ver el mundo de manera diferente. Vivir tu propia realidad te convierte en una bomba de energía e incluso magnetismo. Te tiene en "Phase 1" de manera constante, 24/7.

El problema es que la vida moderna está diseñada para mantenerte lejos de esa energía y de esas conexiones. Nos bombardea con falsas urgenciasnecesidades inventadas, y miedos dirigidos.

Desbloquear tu realidad no requiere cursos ni tomar ayahuasca. Es más simple pero difícil a la vez, ya que requiere una estrategia que hasta ahora no se ha escrito.

No es un Excel con metas SMART y muchos emojis, ni tampoco un vision board aesthetic. Es una estrategia que requiere ver de manera diferente tu vida, y a partir de ahí identificar exactamente qué problemas si quieres tener en tú ella y cuáles NO.

La vida sin problemas no existe, pero tu misión es elegir problemas que valgan la pena para ti, que te hagan crecer, que estén alineados con quien eres de verdad. Es lo que los expertos llaman "tolerancia a la incertidumbre" - aprender a estar cómodo con la ambigüedad sin buscar respuestas inmediatas. No todo el estrés es tóxico, pero debemos distinguir entre el estrés que nos hace crecer y el que nos destruye, pero eso solo es posible cuando estamos conectados con nosotros mismos. ¿Te anotas?

Si has experimentado esa sensación de estar vivo en el peor y mejor momento de la historia, mis felicitaciones. Estás experimentando la era del Antropoceno en todo su esplendor.

Para quienes salimos del colegio hace mucho, el “Antropoceno” es la era socio-geológica actual del planeta, una donde el ser humano se convirtió en la fuerza dominante que moldea la Tierra. Esta era finalizará exactamente cuando nosotros nos extingamos.

Como explica Paul Crutzen, el científico que popularizó el término, ahora movemos más material que todas los procesos naturales (previos) combinados. Lo importante, es que más allá de la definición técnica, personas James Hollis resumen perfecto cómo se siente estar con vida: vivimos en una época donde a cada segundo debemos preguntarnos si es necesario hacer lo que nos demanda nuestra “alma” o si debemos ceder y adaptarnos a demandas externas.

La misión de este fanzine es ayudarte a encontrar lo que demanda “tu alma”.

La era más horrorosa y hermosa a la vez

Odiamos la era del Antropoceno por causas evidentes: crisis climática, desigualdad extrema, salud mental en el piso, trabajos de mierda, políticos rancios, y un sistema que nos impulsa a meternos en la rueda del hámster mientras el planeta se prende fuego.

Los números son una pena: más del 40 % de los estudiantes universitarios reportan estar demasiado deprimidos para funcionar la mayoría de los días. En gringoland, uno de cada cinco adultos experimenta enfermedades mentales. Hoy en día los adolescentes —la generación que se supone lo cambiará todo— se pasan más de tres horas al día en redes sociales, haciéndolos más propensos a desarrollar depresión, ansiedad y comportamiento antisocial.

¿Te suena conocida esta rutina? Scrollear mientras haces del segundo, trabajar en algo que no te llena, llegar a la casa a ver Netflix, regalonearse con comida chatarra, unos traguitos cuando el presupuesto lo permite, y repetir hasta fin. Ese es el Antropoceno, la llamada era “del hombre” en acción. Un loop infinito de caca existencial.

Pero tampoco tenemos que llorar.

Es en esta era donde tenemos acceso a todo el conocimiento humano en el bolsillo. Podemos conectar con personas al otro lado del mundo que comparten nuestros intereses más nicho del nicho. La medicina nos salvó de morir fácilmente a los 30 por un resfrío mal cuidado, y literalmente Internet permite que mañana mismo te conviertas en una persona que inventaste hace 5 minutos.

La moderna nos entrega las herramientas más geniales para construir la vida que queremos, pero también las más efectivas para autodestruirnos. Es como tener un cortaplumas nuclear: puedes desde abrir una chela hasta volar el vecindario.

Tu realidad vs. "La Realidad™"

Aquí viene la parte por la que nace esta guía, y es que casi nadie está viviendo su propia realidad.

Lamentablemente, si estás en el loop que les digo, estás viviendo la vida que diseñaron para ti los algoritmos, marcas, medios, tus abuelos, tu ex toxic, o incluso ese coach de LinkedIn que dice que debes levantarte a las 5 AM para ser exitoso. Tod@s tenemos neuronas específicas en nuestro cerebro que nos impulsan a buscar conexión social, pero paradójicamente, experimentamos niveles récord de soledad.

¿Quieres saber si estás viviendo tu realidad o la de alguien más? La prueba es muy sencilla.

Si te identificas con cualquiera de estos “síntomas”, lamento informarte que probablemente estás viviendo en modo NPC. Ejecutando el script que alguien más escribió para ti.

Crece y crece la evidencia de que las enfermedades mentales son más que una simple disfunción, son la señal de que necesitamos re-alinearnos con lo que somos, con nuestra propia “autenticidad”. Estos estados emocionales no son "químicos cerebrales desbalanceados", sino más bien señales de que algo fundamental en tu vida necesita atención.

La realidad real es el nuevo underground

En medio de todo ese bombardeo mediático, mi misión es mostrarte, con ejemplos, ciencia y números, que esa no es la verdadera realidad y cómo salir de ella.

La verdadera realidad es exactamente lo opuesto a lo que ves en la tele o en el feed de Instagram. Las aspiraciones no son un lambo o rostros iguales a punta de ácido hialurónico. Lamentablemente, los medios digitales están diseñados para captar y mantener nuestra atención a través de contenido que activa nuestros sistemas de amenaza y recompensa, no lo que te nutre.

La realidad más real, pero que no la verás en estos medios, es que los seres humanos estamos viviendo la era de oro del conocimiento y la conexión auténtica. El amor como fuerza trascendental es la ley, y prácticamente todo lo que necesitas, aparece frente a tu vida como por arte de magia. Cuando vives la real realidad, se dejan atrás las enfermedades mentales, y experimentas el verdadero glow up en la vida.

David Eagleman, experto en asuntos del cerebro, descubrió que "Cada segundo el cerebro se está reconfigurando". Esta plasticidad permite que podemos recablear totalmente nuestro cerebro para experimentar y ver el mundo de manera diferente. Vivir tu propia realidad te convierte en una bomba de energía e incluso magnetismo. Te tiene en "Phase 1" de manera constante, 24/7.

El problema es que la vida moderna está diseñada para mantenerte lejos de esa energía y de esas conexiones. Nos bombardea con falsas urgenciasnecesidades inventadas, y miedos dirigidos.

Desbloquear tu realidad no requiere cursos ni tomar ayahuasca. Es más simple pero difícil a la vez, ya que requiere una estrategia que hasta ahora no se ha escrito.

No es un Excel con metas SMART y muchos emojis, ni tampoco un vision board aesthetic. Es una estrategia que requiere ver de manera diferente tu vida, y a partir de ahí identificar exactamente qué problemas si quieres tener en tú ella y cuáles NO.

La vida sin problemas no existe, pero tu misión es elegir problemas que valgan la pena para ti, que te hagan crecer, que estén alineados con quien eres de verdad. Es lo que los expertos llaman "tolerancia a la incertidumbre" - aprender a estar cómodo con la ambigüedad sin buscar respuestas inmediatas. No todo el estrés es tóxico, pero debemos distinguir entre el estrés que nos hace crecer y el que nos destruye, pero eso solo es posible cuando estamos conectados con nosotros mismos. ¿Te anotas?

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