Contexto
Contexto
Nuestro Antropoceno
Nuestro Antropoceno
La avaricia arruina todas las cosas lindas
La avaricia arruina todas las cosas lindas
EPISODIO: 1-H
LECTURA 5 MINUTOS
LECTURA 5 MINUTOS
La avaricia arruina todas las cosas lindas
Todo lo que alguna vez amaste, probablemente fue arruinado cuando alguien decidió sacarle plata. Y no hablo solo de tu banda favorita que se vendió a una disquera, ese videojuego que se convirtió en un servicio, o el restaurante de barrio que ahora es una cadena sin alma. Hablo de un patrón tan consistente y predecible, que la tradición católica lo considera uno de los siete pecados capitales.
El patrón que se repite hasta el cansancio
¿Sabían que Pets.com gastó más de un millón de dólares en un anuncio durante la Super Bowl del 2000? Se convirtió en "el caso más paradigmático de lo que fue la burbuja puntocom". Una mascota de peluche vendiendo comida para perros con el eslogan "¡las mascotas no pueden conducir!". Quebró el mismo año. Las ironías de la vida me dan vida.
Los psicólogos Stephen Lea y Paul Webley han demostrado que la búsqueda compulsiva de dinero activa los centros de placer cerebral, creando una dependencia que nunca puede ser satisfecha. Es una adicción con todas las de la ley, pero socialmente aceptada. Es más, es celebrada.
Miren lo que pasó con Enron. Durante seis años consecutivos, la revista Fortune la nombró la "Empresa más innovadora de Estados Unidos". ¿El resultado? Una cultura corporativa donde "la codicia y la mentalidad de ganar a toda costa se convirtieron en normas". Las acciones cayeron de $90 a menos de $1. Más de 29,000 empleados perdieron sus trabajos y ahorros para la jubilación. Todo por la obsesión de inflar números para Wall Street.
Elizabeth Holmes prometía revolucionar los análisis de sangre. Theranos aseguraba poder hacer "un amplio rango de análisis con solo unas gotas de sangre". Pura mentira. Usaban máquinas convencionales de Siemens. Holmes fue declarada culpable y enfrenta hasta 80 años de prisión. Como dijo el fiscal: "Eligió el fraude en lugar de la bancarrota, eligió ser deshonesta".
¿Y Adam Neumann de WeWork? Decía que su empresa era "más grande que Amazon". Acumuló una deuda de más de $16,000 millones. Decisiones como comprar una empresa de café por 500 millones de dólares. WeWork quebró en 2023.
El patrón es siempre el mismo: la ambición desmedida, desconectada de la realidad.
Este es de mis favoritos. ¡Microsoft ofreció $44,600 millones por Yahoo!, en 2008. ¡Jerry Yang, cofundador de Yahoo!, quería más. Exigía $51,000 millones.
¿El resultado? Microsoft se fue. Yang tuvo que renunciar. Las acciones se desplomaron. Como tituló la prensa: "La avaricia de Jerry Yang terminó por romper el saco".
El bucle infinito de destrucción
Erich Fromm lo describió perfectamente: "La avaricia es un pozo sin fondo". Y ese pozo se traga todo.
Empleos: WorldCom dejó a 20,000 personas sin trabajo por un fraude contable de $4,000 millones
Confianza: FTX colapsó en 10 días, perdiendo $8,000 millones en fondos de clientes
La moda rápida contribuye con el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Entre 2000 y 2014, la producción de ropa se duplicó, pero el número de veces que usas una prenda cayó un 36%.
Es el modelo perfecto de la avaricia moderna: producir basura barata, venderla como tendencia, repetir hasta que el planeta y todo colapse.
Los terapeutas señalan que las personas extremadamente austeras no comprenden por qué deberían gastar dinero en cosas bellas. No pueden valorar los aspectos emotivos de la vida. La avaricia, por otro lado, convierte las relaciones en transacciones.
¿Cuántas familias conoces que se destruyeron por una herencia? ¿Cuántas amistades se pudrieron cuando aparecieron dos mangos de por medio?
La verdadera tragedia no es que la avaricia destruya cosas. Es que nos hemos acostumbrado.
Vemos a Bella Nilsson, la "reina de la basura" sueca que arrojó ilegalmente 200,000 toneladas de residuos tóxicos, y pensamos "qué hija de puta". Pero después compramos en Shein porque está barato.
Nos indignamos con los "CEO corruptos", pero celebramos a los "emprendedores" que "la están rompiendo" vendiendo cursos de cómo hacerse millonario.
La salida, dame una salida
Aristóteles recomendaba ser liberales con los bienes materiales, viviendo en el término medio. Asegurándose de que fueran herramientas para vivir, no objetos de apego.
Suena fome, lo sé. Pero la alternativa es seguir viendo cómo todo lo hermoso se convierte en producto. Cómo cada espacio natural se vuelve desarrollo inmobiliario. Cómo cada expresión artística se transforma en NFT. Buscamos una vida que no sea frágil, ¿se acuerdan?
La avaricia no solo destruye empresas o ecosistemas. Destruye la capacidad humana de crear belleza sin agenda. De hacer algo simplemente porque sí, porque es lindo, porque aporta.
¿Saben qué es lo más irónico? Que las cosas más valiosas de la vida —el amor genuino, la amistad real, la creatividad pura, la naturaleza intacta— son precisamente las que no se pueden comprar.
Y quizás por eso mismo, son las primeras que la avaricia intenta destruir. Si te obsesiona tu propia individual tanto como a mí, te invito a que nunca olvides esto: que tu tiempo tenga un valor, no significa que tienes un precio.
La avaricia arruina todas las cosas lindas
Todo lo que alguna vez amaste, probablemente fue arruinado cuando alguien decidió sacarle plata. Y no hablo solo de tu banda favorita que se vendió a una disquera, ese videojuego que se convirtió en un servicio, o el restaurante de barrio que ahora es una cadena sin alma. Hablo de un patrón tan consistente y predecible, que la tradición católica lo considera uno de los siete pecados capitales.
El patrón que se repite hasta el cansancio
¿Sabían que Pets.com gastó más de un millón de dólares en un anuncio durante la Super Bowl del 2000? Se convirtió en "el caso más paradigmático de lo que fue la burbuja puntocom". Una mascota de peluche vendiendo comida para perros con el eslogan "¡las mascotas no pueden conducir!". Quebró el mismo año. Las ironías de la vida me dan vida.
Los psicólogos Stephen Lea y Paul Webley han demostrado que la búsqueda compulsiva de dinero activa los centros de placer cerebral, creando una dependencia que nunca puede ser satisfecha. Es una adicción con todas las de la ley, pero socialmente aceptada. Es más, es celebrada.
Miren lo que pasó con Enron. Durante seis años consecutivos, la revista Fortune la nombró la "Empresa más innovadora de Estados Unidos". ¿El resultado? Una cultura corporativa donde "la codicia y la mentalidad de ganar a toda costa se convirtieron en normas". Las acciones cayeron de $90 a menos de $1. Más de 29,000 empleados perdieron sus trabajos y ahorros para la jubilación. Todo por la obsesión de inflar números para Wall Street.
Elizabeth Holmes prometía revolucionar los análisis de sangre. Theranos aseguraba poder hacer "un amplio rango de análisis con solo unas gotas de sangre". Pura mentira. Usaban máquinas convencionales de Siemens. Holmes fue declarada culpable y enfrenta hasta 80 años de prisión. Como dijo el fiscal: "Eligió el fraude en lugar de la bancarrota, eligió ser deshonesta".
¿Y Adam Neumann de WeWork? Decía que su empresa era "más grande que Amazon". Acumuló una deuda de más de $16,000 millones. Decisiones como comprar una empresa de café por 500 millones de dólares. WeWork quebró en 2023.
El patrón es siempre el mismo: la ambición desmedida, desconectada de la realidad.
Este es de mis favoritos. ¡Microsoft ofreció $44,600 millones por Yahoo!, en 2008. ¡Jerry Yang, cofundador de Yahoo!, quería más. Exigía $51,000 millones.
¿El resultado? Microsoft se fue. Yang tuvo que renunciar. Las acciones se desplomaron. Como tituló la prensa: "La avaricia de Jerry Yang terminó por romper el saco".
El bucle infinito de destrucción
Erich Fromm lo describió perfectamente: "La avaricia es un pozo sin fondo". Y ese pozo se traga todo.
Empleos: WorldCom dejó a 20,000 personas sin trabajo por un fraude contable de $4,000 millones
Confianza: FTX colapsó en 10 días, perdiendo $8,000 millones en fondos de clientes
La moda rápida contribuye con el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Entre 2000 y 2014, la producción de ropa se duplicó, pero el número de veces que usas una prenda cayó un 36%.
Es el modelo perfecto de la avaricia moderna: producir basura barata, venderla como tendencia, repetir hasta que el planeta y todo colapse.
Los terapeutas señalan que las personas extremadamente austeras no comprenden por qué deberían gastar dinero en cosas bellas. No pueden valorar los aspectos emotivos de la vida. La avaricia, por otro lado, convierte las relaciones en transacciones.
¿Cuántas familias conoces que se destruyeron por una herencia? ¿Cuántas amistades se pudrieron cuando aparecieron dos mangos de por medio?
La verdadera tragedia no es que la avaricia destruya cosas. Es que nos hemos acostumbrado.
Vemos a Bella Nilsson, la "reina de la basura" sueca que arrojó ilegalmente 200,000 toneladas de residuos tóxicos, y pensamos "qué hija de puta". Pero después compramos en Shein porque está barato.
Nos indignamos con los "CEO corruptos", pero celebramos a los "emprendedores" que "la están rompiendo" vendiendo cursos de cómo hacerse millonario.
La salida, dame una salida
Aristóteles recomendaba ser liberales con los bienes materiales, viviendo en el término medio. Asegurándose de que fueran herramientas para vivir, no objetos de apego.
Suena fome, lo sé. Pero la alternativa es seguir viendo cómo todo lo hermoso se convierte en producto. Cómo cada espacio natural se vuelve desarrollo inmobiliario. Cómo cada expresión artística se transforma en NFT. Buscamos una vida que no sea frágil, ¿se acuerdan?
La avaricia no solo destruye empresas o ecosistemas. Destruye la capacidad humana de crear belleza sin agenda. De hacer algo simplemente porque sí, porque es lindo, porque aporta.
¿Saben qué es lo más irónico? Que las cosas más valiosas de la vida —el amor genuino, la amistad real, la creatividad pura, la naturaleza intacta— son precisamente las que no se pueden comprar.
Y quizás por eso mismo, son las primeras que la avaricia intenta destruir. Si te obsesiona tu propia individual tanto como a mí, te invito a que nunca olvides esto: que tu tiempo tenga un valor, no significa que tienes un precio.
La avaricia arruina todas las cosas lindas
Todo lo que alguna vez amaste, probablemente fue arruinado cuando alguien decidió sacarle plata. Y no hablo solo de tu banda favorita que se vendió a una disquera, ese videojuego que se convirtió en un servicio, o el restaurante de barrio que ahora es una cadena sin alma. Hablo de un patrón tan consistente y predecible, que la tradición católica lo considera uno de los siete pecados capitales.
El patrón que se repite hasta el cansancio
¿Sabían que Pets.com gastó más de un millón de dólares en un anuncio durante la Super Bowl del 2000? Se convirtió en "el caso más paradigmático de lo que fue la burbuja puntocom". Una mascota de peluche vendiendo comida para perros con el eslogan "¡las mascotas no pueden conducir!". Quebró el mismo año. Las ironías de la vida me dan vida.
Los psicólogos Stephen Lea y Paul Webley han demostrado que la búsqueda compulsiva de dinero activa los centros de placer cerebral, creando una dependencia que nunca puede ser satisfecha. Es una adicción con todas las de la ley, pero socialmente aceptada. Es más, es celebrada.
Miren lo que pasó con Enron. Durante seis años consecutivos, la revista Fortune la nombró la "Empresa más innovadora de Estados Unidos". ¿El resultado? Una cultura corporativa donde "la codicia y la mentalidad de ganar a toda costa se convirtieron en normas". Las acciones cayeron de $90 a menos de $1. Más de 29,000 empleados perdieron sus trabajos y ahorros para la jubilación. Todo por la obsesión de inflar números para Wall Street.
Elizabeth Holmes prometía revolucionar los análisis de sangre. Theranos aseguraba poder hacer "un amplio rango de análisis con solo unas gotas de sangre". Pura mentira. Usaban máquinas convencionales de Siemens. Holmes fue declarada culpable y enfrenta hasta 80 años de prisión. Como dijo el fiscal: "Eligió el fraude en lugar de la bancarrota, eligió ser deshonesta".
¿Y Adam Neumann de WeWork? Decía que su empresa era "más grande que Amazon". Acumuló una deuda de más de $16,000 millones. Decisiones como comprar una empresa de café por 500 millones de dólares. WeWork quebró en 2023.
El patrón es siempre el mismo: la ambición desmedida, desconectada de la realidad.
Este es de mis favoritos. ¡Microsoft ofreció $44,600 millones por Yahoo!, en 2008. ¡Jerry Yang, cofundador de Yahoo!, quería más. Exigía $51,000 millones.
¿El resultado? Microsoft se fue. Yang tuvo que renunciar. Las acciones se desplomaron. Como tituló la prensa: "La avaricia de Jerry Yang terminó por romper el saco".
El bucle infinito de destrucción
Erich Fromm lo describió perfectamente: "La avaricia es un pozo sin fondo". Y ese pozo se traga todo.
Empleos: WorldCom dejó a 20,000 personas sin trabajo por un fraude contable de $4,000 millones
Confianza: FTX colapsó en 10 días, perdiendo $8,000 millones en fondos de clientes
La moda rápida contribuye con el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Entre 2000 y 2014, la producción de ropa se duplicó, pero el número de veces que usas una prenda cayó un 36%.
Es el modelo perfecto de la avaricia moderna: producir basura barata, venderla como tendencia, repetir hasta que el planeta y todo colapse.
Los terapeutas señalan que las personas extremadamente austeras no comprenden por qué deberían gastar dinero en cosas bellas. No pueden valorar los aspectos emotivos de la vida. La avaricia, por otro lado, convierte las relaciones en transacciones.
¿Cuántas familias conoces que se destruyeron por una herencia? ¿Cuántas amistades se pudrieron cuando aparecieron dos mangos de por medio?
La verdadera tragedia no es que la avaricia destruya cosas. Es que nos hemos acostumbrado.
Vemos a Bella Nilsson, la "reina de la basura" sueca que arrojó ilegalmente 200,000 toneladas de residuos tóxicos, y pensamos "qué hija de puta". Pero después compramos en Shein porque está barato.
Nos indignamos con los "CEO corruptos", pero celebramos a los "emprendedores" que "la están rompiendo" vendiendo cursos de cómo hacerse millonario.
La salida, dame una salida
Aristóteles recomendaba ser liberales con los bienes materiales, viviendo en el término medio. Asegurándose de que fueran herramientas para vivir, no objetos de apego.
Suena fome, lo sé. Pero la alternativa es seguir viendo cómo todo lo hermoso se convierte en producto. Cómo cada espacio natural se vuelve desarrollo inmobiliario. Cómo cada expresión artística se transforma en NFT. Buscamos una vida que no sea frágil, ¿se acuerdan?
La avaricia no solo destruye empresas o ecosistemas. Destruye la capacidad humana de crear belleza sin agenda. De hacer algo simplemente porque sí, porque es lindo, porque aporta.
¿Saben qué es lo más irónico? Que las cosas más valiosas de la vida —el amor genuino, la amistad real, la creatividad pura, la naturaleza intacta— son precisamente las que no se pueden comprar.
Y quizás por eso mismo, son las primeras que la avaricia intenta destruir. Si te obsesiona tu propia individual tanto como a mí, te invito a que nunca olvides esto: que tu tiempo tenga un valor, no significa que tienes un precio.
EPISODIO SIGUIENTE
EPISODIO SIGUIENTE
Nuestro Antropoceno
Nuestro Antropoceno
Te invito a que tu único "enemigo" sea la falsedad y las mentiras
Te invito a que tu único "enemigo" sea la falsedad y las mentiras
EPISODIO: 1-I
LECTURA 7 MINUTOS
LECTURA 7 MINUTOS